sábado, 16 de febrero de 2008

De rocas en altura


Las grietas comienzan a rodearme lentamente… Rozan mi cabeza, se escabullen en el tacto, logran penetrar mis oídos y romper con armonía la firmeza de mis notas agudas.
Ser disparada en retazos de vidrios, una sensación que ninguna voz de páginas ajenas aún me había contado. Debe ser mía y solo mía, porque mía es esa corteza que baila para el viento y se va resquebrajando en cada gota que cae. Es mía también esa montaña, esa roca de alturas infinitas que sin pedirme permiso me penetra y destruye cada intento de engaño para que sólo así sean nuevas las palabras que broten de mi boca imitando al silencio…

5 comentarios:

Narciso Inane dijo...

Gise, me mató esta frase

"Debe ser mía y solo mía, porque mía es esa corteza que baila para el viento y se va resquebrajando en cada gota que cae"

No te tenía en la veta literaria, pero me sorprendo gratamente.

Un abrazo.

Gonzalo.

Canaya dijo...

Esto es efimero
Ahora efimero
Como corre el tiempo
Tic-tac efimero
Luces efimeras
(Pero te creo)

Es casi hipnotico
El tic no alcanza a tac
Ni me moja el paladar
El grito efimero
El ritmo efimero
(Pero te creo)

perdon pero me gusto lo del pendulo y talvez queria "enriqueser" tu blog con esto de los redondos

Anónimo dijo...

Las palabras pierden su peso, y justamente es "el peso" de la época. Jugar con palabras que juegan a descubrirnos. Pero ya no hay piso donde asentarnos....y en ese infierno estas vos.

Saludos A.G.

Fabricio dijo...

bello blog, bello texto, bella vos.
Felicitaciones.
;)

El Tano dijo...

Por demás esta decir que comparto, viví lo mismo en ese lugar, que tanto nos enloqueció. Por primera vez, disfrute del silencio, aquél bello paisaje me cerró la boca y me abrió los ojos.