Volemos nuestras cabezas con el primer color que encontremos y que no importe esta vez si la kinestecia nos tritura los ojos. Al fin y al cabo son sólo dos globos vacíos que nos mienten al mirarnos y confunden los destellos con la historia que nunca se contó.
Volemos nuestras lenguas. Desatémoslas del mundo, de su idioma y de hasta del texto que pretende expurgar penas y sanar culpas... Una vez que apacible yace en la hoja,es pura apariencia sin energía.
Y esto mismo pretende ser intento de controlar cicatrices pero no es más que el puñado de aquellas palabras que promulgo destruir.
Y esto mismo pretende ser intento de controlar cicatrices pero no es más que el puñado de aquellas palabras que promulgo destruir.