Hueco de estómago de una noche agitada
Hambre que se vuelve incómodo
Ganas de masticar que no vienen
El cuerpo tiembla por el ayuno del otro
y las nauseas presagian
convulsiones de amor
En la constancia mecánica del movimiento de las agujas se condicionan nuestros momentos. Cada parpadeo es controlado por un "Tic", cada sensación es signada por un "Tac". ¿Qué hay entre el milímetro que el segundero recorre y nuetras vidas? Dejo que mi pluma quebrada en teclas crea en el intento de rescatar de la monotonía del péndulo algo de lo que absorbe con su medido paso... Un fragmento más entre partes, otro grito que no decidió callarse.
5 comentarios:
Un golpe inconciente me mostró el torso de aquellas piernas y el tiempo dejó caer su linea recta entre estos cuadros. Aquel vaso que esperaba las últimas cenizas del cigarro se dejó beber y ahora tiembla entre las manos...
¿Qué habrá sido de todo aquello que se perdió entre nuestros pronombres por no poder resumirse a secuencias de reloj?
El caramelo es "él" envoltorio, el relleno son cenizas, pegajosas por cierto.
Un beso nena
Te extraño...
Suelto su mano poética, ya la referencia es "aistesis" tal como Heidegger nos dice: pura sensación y representación. No puedo seguir su katarsis. A.G.
Qué piola el del 30 de marzo. Qué piola que seas de Mercedes. Qué piola tu foto.
estoy esperando el próximo post. aunque no firme nunca leo lo que escribís. sé que has estado muy ocupada, pero tenés que alimentar con papeles (símil metáfora ya obsoleta, jaja) a tus monstruitos lectores.
finalmente me saqué un blog. esta vez me acuerdo el link para pasártelo. no tiene nada de lo que escribo, todavía no me animo a exponerlo a ojos anónimos, es más bien un diario de viaje (o previaje en este caso). esperemos que para cuando empiece realmente el viaje no me haya cansado y lo mantenga!!
http://masalladelatlantico.over-blog.com/
besos
caro
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